Veo a todos a mi alrededor orgullosos de sus notas y padres que lo están de sus hijos y luego estoy yo y mis padres, a los cuales se les oye de fondo gritarme sobre mis notas mediocres, tal y como ellos las denominan. Mis amigos estan ahi, y yo no les presto atencion, todo gira entorno a Irati. Irati... Ultimamente me dice que me nota distante, y que donde esta mi otro yo, me pregunto lo mismo todos los dias...
Me levanto todas las mañanas por obligación a estar sentado ocho horas en un pupitre de madera escuchar hablar a viejos sobre Napoleon y números que no me interesan. Quiero vivir de mi creatividad.
He estado pensando últimamente que para que sirvo, y he llegado a la conclusión de que nada se me da bien. Tengo miedo del futuro y a que me dedicaré. He pensado muchas veces en desaparecer de una vez después de tantos intentos...
Me siento triste pero intento no entrometer a nadie en mis problemas ya que se compadecerían de mi y eso lo odio. Solo veo días grises aunque salga el sol. Me dedico a ver por la ventana de clase como pasa el día, el día que tan eterno se me hace y que se pasa entre suspiros y cansancio. Intento no meter a la pobre de Irati en mis cosas, nunca me ha gustado ocasionarle mas problemas de los que tiene aunque le guste ayudarme... Ese es uno de mis miles de defectos, no me dejo ayudar, soy cabezota y me estrello... Estoy teniendo complejos con mi físico y me paso muchas noches en vela hasta poder dormirme entre lagrimas y canciones. Sentarse en la alfombra de habitación a mitad de noche se esta convirtiendo en costumbre, no toco la cama hasta pasadas las 3-4 y me estoy dando cuenta de que pensar no es bueno,tener tiempo para pensar no es nada bueno. Miedo. Eso es, tengo miedo, no se de que, pero tengo miedo y solo quiero un abrazo que inspire seguridad y alegría, quiero sentirme seguro como un niño entre los brazos de su padre... Solo quiero que todo se acabe, sentir que soy feliz de una puta vez y sonreir con naturalidad no por obligacion. Joder, que ser adolescente es facil, que sufrimos en silencio, lloramos en la penumbra, y en mi caso, escribo para no tocarme el brazo...
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